lunes, 10 de marzo de 2014

La cosecha


Aguarda la cosecha
en estos campos rojos;
tres hombres con almas huecas
vigilan el volumen de las nubes
mientras sus mujeres desesperadas
se desgarran en abrazos de espina.

Ríe el forastero
de ojos de otromundo;
la tierra cultivada fue un señuelo
que ocultaba jaula y pedregales.

Vuestros amores no eran sinceros.

Pasos y risas, risas y pasos,
llevados por los vientos;
muertos y clavados
en nombre de la casa de metal.

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